jueves, 15 de marzo de 2012

JORNADA DE BIOLOGÍA SINTÉTICA. INTERVENCIÓN DE MILAGROS PÉREZ OLIVA


Crónica sobre la jornada "Retos Éticos de la Biología Sintética" con Thomas H. Murray. Organizada el 13/03/2012 por la Fundació Grifols.

He de comenzar pidiendo a los organizadores de la Fundació Victor Grifols (si es que alguna vez esto cayera en manos de alguno de ellos, aunque lo dudo) que, por favor, en la próxima conferencia que realicen se permita a los asistentes escuchar al ponente con tranquilidad y silencio, sin una persona detrás traduciendo en voz alta. El bombardeo de información simultánea en dos idiomas diferentes impide a mi cerebro procesar ninguna de las dos, quedando al final tan vacío como antes del acto. Creo que hablo en nombre de todos los que allí estuvimos al decir que fue realmente estresante. Dicho esto, tampoco quiero dejar de agradecerles la organización de este tipo de eventos con gente tan interesante, así como el café y los croissants con los que nos deleitamos entre la mencionada conferencia del señor Thomas H. Murray y la posterior mesa redonda.

Debido a estos desafortunados factores que escaparon de mi control, me voy a permitir, con el permiso del señor Murray, centrar la crónica que estáis a punto de leer en la última parte de la jornada de ayer. Tras la pausa para el café comenzó una mesa redonda con la presencia de Carlos Romeo (Catedrático de Derecho de la UPV), Luis Serrano (Investigador del Centro de Regulación Genómica), Ricard V. Solé (Profesor Investigador Icrea, UPF) y Milagros Pérez Oliva (Periodista de El País). Es en la intervención de ésta última, que es en mi opinión la más interesante, en la que voy a centrar este texto.

La periodista comenzó su intervención recordando que tarde o temprano todos los avances científicos acaban, de una forma u otra, aplicándose e influenciando buena o malamente nuestras vidas. Así por ejemplo, la técnica de la fecundación in vitro ha cambiado totalmente nuestra manera de ver la maternidad. Hoy una mujer puede decidir exactamente cuándo tener un hijo, con pareja o sin ella. Es una técnica utilizada de forma diaria y ampliamente aceptada por la sociedad, no hay debate ético ni controversia en torno a ella. Pero no siempre fue así. Cuando comenzó a hablarse de ello, en España era delito el incesto y esta técnica era vista como una monstruosidad ¡no sabes de donde viene el semen!
Pues bien: hoy le toca a la biología sintética. ¿Cuánto puede una tecnología como esta cambiar nuestra vida, nuestra forma de vernos como seres humanos, nuestras convicciones éticas…? Se nos presentan aún más cuestiones al ser una tecnología que no solo modifica nuestra identidad como individuos sino que puede tener un fuerte impacto económico. Es un tema que necesariamente va a dar lugar a un gran debate social y levantar una fuerte polvareda a su alrededor.

Pero tenemos que ser conscientes del contexto en el que este debate va a tener lugar. Vivimos en una época donde la inmediatez es un factor decisivo. La información vuela y llega a la vez a todos los rincones y a todo tipo de público. Los ciudadanos tienen la información al mismo tiempo que los científicos. Todo esto complica sobremanera este ineludible debate social. De toda la ingente cantidad de  información que nos llega, ¿cómo diferenciar a cuál merece más la pena prestar atención? ¿Cómo evitar que ideas equivocadas se extiendan por la sociedad a toda velocidad? En los debates sociales el primer impacto es decisivo, y una vez que una idea ha arraigado en la sociedad es muy difícil introducir otra que la desplace. Por eso, la comunidad científica debe estar lista para abordar este tema de una manera eficaz, dando al público una previa formación objetiva y adecuada, facilitando así que se cree una deliberación democrática y un debate.

Y para conseguirlo, Milagros Pérez Oliva destacó que hay que ser conscientes de que en la sociedad de hoy, información no es lo mismo que conocimiento. Recibimos millones de bits de información continuamente, pero se necesita una asimilación de esta información para crear el conocimiento. Este conocimiento es indispensable para un buen debate democrático. Es función de los medios y los científicos el facilitar al ciudadano las herramientas para acceder a él.

Hay pues, según Milagros Pérez Oliva, varios factores que pueden afectar negativamente la deliberación democrática sobre un tema como la biología sintética que nos ocupó durante toda la jornada del martes:

Uno es, como veníamos diciendo, la inmediatez de la información. Pero no solo se nos bombardea con datos, sino que además la sociedad nos exige que reaccionemos inmediatamente a esa información ya de por sí inmediata. Hay una prisa, una urgencia de todos los escalones implicados en un tema como el que nos atañe: los científicos, prisa por publicar; el periodista, aún más prisa por hacer público; el ciudadano prisa por conocer y tener una opinión al respecto… Nunca antes hubo tanta información, pero de igual forma, nunca antes hubo una información tan poco adecuada. Peor aún, es que el debate y la prisa se maximizan ante un gran acontecimiento, y se olvida el tema poco después. Para que el debate no se deforme se necesita un “background”, una información previa. La sociedad debe estar ya informada y formada cuando ese gran acontecimiento llegue. Es necesaria una previa divulgación del conocimiento.

Otro factor a tener en cuenta es el hecho de que ésta es una tecnología que de por sí implica controversia:
-         Es una tecnología de doble uso. Las tecnologías en general, no son per se buenas o malas, pero sí lo es el uso que hagamos de ellas.
-         Puede haber un choque de intereses públicos y privados.
-         Son avances que representan una alteración de nuestra concepción como ser humano.

En los Medios de Comunicación hay dinámicas que afectan negativamente a este debate. En su turno de palabra Milagros Pérez Oliva mencionó algunos:
-         El sensacionalismo. De nuevo, por parte tanto del científico como de los medios de comunicación de masas.
-         La necesidad de los medios y de la sociedad de anticiparse a los acontecimientos. No hablamos de que hace “X” sino de lo que podría hacer “X”. Esto puede provocar miedos en la gente, sobre todo en la más conservadora.
-         Sistemáticamente los medios de comunicación se sitúan en el peor escenario posible. El periodista tiene la información, ve las hipótesis, y se pone en la peor.
-         Tendencia a explicar los datos en forma de relato, ¡y si es tragedia griega mejor!

Un último factor muy común en temas de biología es la creación deliberada de ruido para entorpecer los avances científicos. Véase por ejemplo el tema del cambio climático.

Todos estos factores, matizó, entorpecen que se realice un debate basado en datos objetivos. Para solucionar estos problemas puso sobre la mesa la necesidad de crear un mecanismo para comprobar la realidad y fiabilidad de los datos. Un FACT CHECK, le llamó. Una pena que no matizara que sería este FACT CHECK y cómo cree debería funcionar.

Bueno, pues ahí queda esa crónica, un poco larga sí, ¡lo siento! Y no dejaros sin antes matizar que esto es lo que he cogido al vuelo de su intervención, que seguramente será una interpretación mía de lo que dijo y que me habré dejado por ahí datos importantes. ¡Os animo a los que estuvisteis allí conmigo a que me corrijáis si veis algo con lo que no estáis de acuerdo!

JULIA GARCÍA LÓPEZ





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